¿Qué es un reforzador y qué clase de reforzadores hay?
En el artículo anterior veíamos qué es un refuerzo, qué un reforzador un reforzante y qué diferencia hay entre refuerzos y castigos y cómo los podemos usar.
He de indicar que, aunque el artículo anterior es algo tedioso y largo, es la base para entender qué tipos de refuerzos se pueden aplicar, así como qué tipo de reforzadores emplear y por ello os invito a que, si no lo habéis hecho, miréis el artículo anterior.
Vamos al lío.
Como ya hemos comentado en varias ocasiones, en Mi Perro y Cia empleamos el refuerzo positivo, por lo que en este artículo hablaremos exclusivamente de Refuerzo positivo y Castigo negativo, de forma que no se aplique ningún aversivo al animal y por ende sea respetuoso con este y siempre llevando el ritmo que el animal necesite.
En el mundo de los reforzadores, podemos encontrar diferentes y han de ser apetentes para el animal, es decir, que le invite a realizar una conducta y lo más importante a repetirla. Si gracias a los refuerzos y a los reforzadores el animal repite la conducta, entonces el reforzador es correcto.
Si por un casual al animal no le gusta el reforzador, perderá interés y no repetirá la conducta deseada. Entonces, tendremos buscar un reforzador apetente.
Nota: Apetente hace referencia a que apetezca, no necesariamente que sea comida.
Una de las cosas que se “critica” de la educación en positivo es que se trabaja con salchichas, como si esta fuese la única forma de premiar al animal. Lo que demuestra que el desconocimiento del trabajo en positivo tiene un largo camino. De igual manera que se entiende que como es en positivo no se puede “castigar” una conducta. Cosa que es incorrecta, claro que se puede “castigar”, lo que no se puede es APLICAR correctivo, es decir, NOse puede pegar, pinchar, morder, dominar, electrocutar o cualquiera de las formas que sean agresivas para el animal.
Castigaremos, sí, pero retirando un estímulo apetente, de forma que el animal lo pierda de vista o no lo alcance, por ejemplo.
Así que vamos a catalogar los reforzadores según su formato/tipo.
Para este apartado nos vamos a apoyar en un artículo de psicologiaymente siempre adaptando el contenido a los animales.
1. Según su origen
Según el origen de su valor reforzante, encontramos los siguientes tipos de reforzadores.
1.1. Primarios
Tienen un valor incondicionado o innato. Por ejemplo, la comida, la bebida, la reproducción.
1.2. Secundarios o generalizados
Se convierten en reforzadores mediante el aprendizaje. Tienen un carácter más específico.
1.3. Generalizados
Son reforzadores de múltiples respuestas (por ejemplo juguetes).
2. Naturaleza
Por su naturaleza, podemos enumerar los siguientes tipos de reforzadores:
2.1. Materiales o tangibles
Poseen entidad física (por ejemplo un juguetes, etc).
2.2. Comestibles o manipulables
Se comen o se pueden manipular (por ejemplo chucherías, comida).
2.3. Sociales
Son de carácter interpersonal; abarcan el lenguaje verbal y no verbal (por ejemplo las alabanzas o las carícias).
2.4. De actividad
Se trata de las conductas que resultan placenteras para el sujeto (por ejemplo ir de paseo, jugar, interactuar).
2.5. Principio de Premack
Se da cuando una actividad de baja frecuencia aumenta su probabilidad de ocurrencia al asociarla a otra de alta frecuencia.
Es decir la realización de una acción poco apetente, con el fin de conseguir algo de mayor valor.
3. Proceso de reforzamiento
Según el proceso de reforzamiento, los tipos de reforzadores que encontramos son dos:
3.1. Extrínsecos
El reforzamiento es abierto y observable.
3.2. Intrínseco
Es un reforzamiento encubierto (por ejemplo pensamientos o imágenes).
4. Administrador
Encontramos dos tipos de reforzadores:
4.1. Externos
El reforzador se lo administra alguien al sujeto, es decir, otra persona.
4.2. Autorreforzadores
Son reforzadores autoaplicados (por el mismo sujeto).
5. Receptor
Según quién recibe el reforzador, estos se pueden clasificar en:
5.1. Directos
El propio sujeto es el que recibe el reforzador.
5.2. Vicarios
El sujeto observa cómo otro sujeto recibe el reforzador.
[…]
Teniendo en cuenta lo visto en el artículo usado y adaptado en parte a nuestro campo tenemos que, en el adiestramiento en positivo o en la educación en positivo, vamos a emplear reforzadores de un alto interés y apetencia para los animales, pudiendo incluso conseguir que aunque una acción no sea "agradable" para este, lo realice para conseguir el reforzador.
Cuando se trata de adiestrar, entrenar, educar, etc, hay que hacer una escala de valor, es decir, una escala de reforzadores, desde el más sencillo, aquel que consideramos que al animal le gusta, pero que no hará gran cosa por ganarlo, por ejemplo, el pienso, si es lo que come normalmente, su valor en la escala será bajo por lo que estará al principio, por otro lado, si tenemos un juguete que le vuelve loco y sólo aparece cuando hay una actividad, ese juguete tendrá un valor medio, pues aparece en ocasiones bastante comunes pero no constantes, si hacemos uso de el refuerzo social, podríamos entender, que es algo que constantemente se lo aplicamos, por lo que al igual que el pienso, estará en la base del valor de los refuerzos (aunque este es discutible). Por último, si el animal tiene acceso al reforzador MUY POCAS VECES y este es un SUPERAPETENTE, como podría ser un hueso, una salchicha, jamón, etc este estará en el Ttop y lo usaremos en situaciones de máxima actividad/dificultad.
Vamos a dejar antes unas cosas claras. Lo expuesto anteriormente no es universal, son ejemplos. Ni todos los animales tienen los mismos gustos, ni todos son unos comilones, ni todos los animales responden igual a los reforzadores. Hay animales que responden mucho mejor al refuerzo social que a una pelota o son capaces de autoreforzarse y no necesitan reforzador extra.
Cuando se dice que hay que hacer una lista de apetentes, es recomendable 1º conocer bien al animal y saber qué le gusta, qué no le gusta, qué le chifla y por lo que no movería ni la cabeza al verlo, de esta forma podremos aprovecharnos de sus gustos para pedir más o menos en las actividades.
Seamos sinceros, yo por 1 céntimo no muevo un pie y por un billete de 200€ puedo hasta cantar por bulerías in Plaza Mayor. Aunque sea el mismo tipo de reforzador, el valor es muy distinto.
Así que para finalizar este artículo, vamos a entender que para poder enseñar a nuestros animales, no podemos ceñirnos a la salchicha, puesto que, terminaremos quitando valor a esta y que no todos los animales comen salchichas, ni todos juegan con la pelota, ni todos necesitan una escala de apetentes.
Recuerdo que un amigo me dijo, “un cabrero hace feliz a su perro cuando le hace una caricia y esa caricia para el perro es el mayor reforzador que existe.”
Así que conocer bien al animal nos ayudará mucho en su aprendizaje y conocer bien los reforzadores nos ayudará en la enseñanza.
Prueba, invita, observa, descubre y conoce.